Está claro que a Keira Knightley le van las películas de época y en esta ocasión con “La duquesa” no decepciona pero tampoco emociona.
Knightley se mete en el papel de la vida de la Duquesa de Devonshire, llamada Georgina, una mujer glamurosa, amada por el pueblo pero que siempre fracasó en el amor. En la película se relata su vida desde el momento en el que se casa con el Duque de Devonshire, interpretado por Ralph Fiennes, y su vida se centra en darle un hijo barón y en aguantar el trío amoroso que forma el Duque con su amiga Lady Bless Foster y ella; todo acompañado del fatídico romance con otro hombre al que ama de verdad.
Muchos han calificado a esta mujer como la Lady Di del siglo XVIII debido al parecido de sus vidas. A mi no me ha parecido tan semejante, aunque claro, se trata de una película, seguramente la historia real sea diferente y únicamente utilicen lo de Lady Di como publicidad para el film.
La cinta se lleva bien, aunque para mi gusto el guión es algo lineal, superficial y muy poco sorprendente. Únicamente se centra en la vida sentimental de la Duquesa y creo que podrían haberle sacado más partido si explotasen más su influencia y participación en la política, ya que en la película se trata, pero no se profundiza.
Sin duda, el punto fuerte de la película se encuentra en su belleza estética. Los paisajes ingleses y lo fantásticos decorados y palacios son una delicia para los ojos, además de contar con un vestuario que ganó el Oscar en este apartado, de los más elaborado y muy bien acompañado de maquillaje y peluquería.
Los actores no pasan de aceptables. Keira, que es la protagonista absoluta, crea un personaje de pobre niña rica que no tiene nada de encantador más allá de su aspecto físico pero que posiblemente sea la única que lleva la película con algún momento emocionante. Su compañero de reparto, Ralph Fiennes, no me dice nada. Su papel de un hombre totalmente acartonado y sin lugar a sentimientos me deja muy fría y no me convence.
Sin duda, si os gustan las película de época, es una buena recomendación, a mí como tal no me ha decepcionado, pero no esperéis nada extraordinario.