Muchas veces me acuerdo de la película “Un día de furia” (Falling down), cuando veo injusticias por todos lados, cuando llego tarde porque las calles están cortadas por obras innecesarias o cuando veo la poca educación y la estupidez de algunas personas. Sin ir más lejos, ayer me cobraron en una tienda 1,20€ por un refresco, ¡1,20€‚ señores, por una lata!, pero tenía mucha sed y no había otro establecimiento cerca, encima la dependienta con la tienda vacía, me hizo coger a mi lata cuando la tenía al lado suya, entonces a lo Bill Foster (Michael Douglas) destrocé la tienda con un bate que llevaba casualmente en el bolso, bueno no es verdad, jaja, pero me hubiera gustado.
Para los que no hayan visto o no recuerden esta peli del 92 de Joel Schumacher, Michael Douglas era Bill Foster, un hombre de a pie que en un día estresante se le hinchan los…, la venas del cuello, y decide dejar de ser un ciudadano modélico para enfrentarse de forma muy violenta a las injusticias que se le van presentando de camino al cumpleaños de su hija.
Los precios abusivos de una tienda de barrio, unos pandilleros, la engañosa publicidad de una hamburguesería (ya sabéis en la foto hay una hamburguesa enorme y apetecible y luego te sirven una croqueta que te ayuda a ir al baño mejor que el Activia) o los cortes de tráfico innecesarios llevarán a Bill a un punto sin retorno. Recordemos estas escenas con unos videos.
En la tienda del koreano carero
En la hamburguesería engañosa
Se acabaron las obras
Que suerte tienes si sólo te cobran 1,20 por un refresco… (pero te entiendo igualmente).
A mi me pasa eso cuando voy al cine… El asalto en el cine comienza por el atraco en la taquilla, no? jeje
Qué grande, por dios: esta película siempre te deja soñar con ponerte en el papel cuando te cobran precios abusivos, es genial.