La nueva entrega de “Sexo en Nueva York” es un cúmulo de decepciones.
Aunque vayas sabiendo a lo que te vas a enfrentas, la última película de las chicas más glamorosas de Nueva York es, para decirlo con estilo, patética.
Una nueva aventura donde las chicas tienen apariciones que dan vergüenza ajena (ver imagen de momento karaoke) y otras que no tienen ni pies ni cabeza (momento desierto con traje de moda y tacones).
La historia es más de lo mismo. Ahora Carrie está casada y la cosa cambia, Charlotte tiene dos pequeñas, Miranda sufre en el trabajo y Samantha…, bueno Samantha sigue en su línea. Y por circunstancias de la vida que en la vida real jamás pasarían, todas acaban de vacaciones en Abu Dhabi, donde residen una semana en un hotel de enorme lujo y donde casualmente Carrie se encuentra con su amor del pasado, Aidan Shaw (John Corbett), lo que le confunde bastante.
Las actrices hacen lo mismo que llevan haciendo desde hace años: ser glamorosas y tener personalidades encontradas, pero lo que destroza la película es precisamente eso, el exceso de glamour que se convierte en hortera (momento zoco con el traje de Dior de Sarah Jessica Parker), y la referencia ínfima a la crisis económica real que ellas no sufren porque son Single and fabulous. Vergonzoso.
Como fan de la serie, sé lo que es y me parecía divertida e ingeniosa, pero en su justa medida. La primera cinta no fue una maravilla pero esta roza lo horrible, y lo peor de todo es la amenaza de una tercera entrega, donde las protagonistas vivirán en un lujoso, glamuroso y estiloso geriátrico, digo yo.
CIERTO MUY CIERTO…LA PELI ES REALMENTE DECEPCIONANTE…YO DESPUES DE VERLA CREI QUE LA HABIA SOÑADO…QUE TODO FUE UN HORRIBLE SUEÑO PERO NO…BUENO…YA SE HIZO…QUE FEO…