Es muy común en Hollywood que ocurra algo que quiebra toda presuposición del sano sentido común. El cine es considerado el 7º arte. Bien. Ahora, toda manifestación artística es el producto de una voluntad creadora. En el cine, esa voluntad se expresa en la figura del director -principalmente-, en los guionistas, actores y otros. Sin embargo en Hollywood las cosas están invertidas. En la medida en que las decisiones estéticas están subsumidas a los criterios de rentabilidad, lo que primero se tiene son las decisiones industriales de los agentes económicos, luego: aquellos individuos que ocuparán los casilleros vacíos.
Es esta inversión de medios y fines la que se observa en la preparación de la adaptación al cine del famoso comic de Dark Horse, “Emily The Strange”. Para los que no conocen esta novela gráfica, les comentamos que retrata la vida de una adolescente muy oscura que no se siente a gusto con la sociedad en la que vive y prefiere tomar un estilo de vida marginal, separado de las formas de vida normalizadas. La estética del comic es gótica y oscura, logrando una buena recepción en el público especializado.
Ahora bien, todavía no se ha confirmado un director para el film. A la que sí se ha confirmado es a la protagonista, que según indican será la nueva niña mimada de Hollywood: Chloe Moretz.
Estas son las cuestiones que se observan en aquellos espacios en los que el arte, en este caso el arte cinematográfico, cede a las presiones del mercado y de las grandes corporaciones multinacionales.
