Una buena manera de reconocer diferencias entre las películas que se producen y realizan en Hollywood y las películas que no nacen de sus entrañas (vale decir: el resto del mundo), es la de encontrar, o no, la costumbre de producir secuelas de cada película hecha y con cierto éxito al momento de ser proyectada en los cines.
¿Alguien se puede imaginar una secuela de Amarcord? ¿Y de El evangelio según San Mateo? Claro que no. Pero en Hollywood este tipo de prácticas es recurrente. Sabemos que generalmente la determinación para realizar este tipo de acciones viene dada por la economía. Si una película fue muy exitosa entre el público, será bueno hacer una segunda parte y hasta una tercera, para ver mantenido (y hasta aumentado) el número de espectadores que la vayan a visionar.
Pero no siempre la cosa se queda allí. Pensemos en la infinita cantidad de películas sobre Batman que se han producido en Hollywood. Todos sabemos que aquí lo que prima es el criterio económico, de ver aumentado la rentabilidad del cine, y sin embargo cuando se seleccionan a buenos artistas, las cosas pueden trascender el interés económico. Es así que la secuela de películas de Batman a cargo de Christopher Nolan no le hacen sombra pero sí están a la altura de la secuela a cargo de Tim Burton.
Hablando de Burton, Hollywood intentará producir una secuela de la vieja y querida “Beetlejuice”. Esta vez no será Tim el encargado de realizarla -aunque alguna vez el realizador lo tuvo en mente- pero nada nos impide pensar que una segunda parte de Beetlejuice pueda ser jugosa. Veremos…
