Cuando se revisan las definiciones de manual del arte cinematográfico se encuentran una y otra vez la afirmación de que el cine es una técnica, o de que el cine no puede existir sin un aparato técnico de reproducción de imágenes sumamente complejo. Este aparato técnico, naturalmente, requiere de una gran cantidad de dinero. Y es por ello que el cine es uno de las pocas artes que para existir requiere de una explícita relación con la economía. No es que la literatura o el teatro no lo requieran, pero ellas pueden invisibilizar ese vínculo de un modo mucho más eficaz. No es el caso del cine.
Pues bien, cuando se dice de determinado cine nacional que es una “industria” no se quiere mentar lo mencionado. Sino que ese tipo de cine explota el carácter industrial del cine de un modo singular, incomparable. Y que al transformar el cine en un medio industrial, o mejor: de un medio en favor de la industria, entonces deja de lado el momento artístico del cine para subsumir su lógica a la del mercado.
Parece ser esto lo que está de fondo en la búsqueda de una remake del “clásico” de los años `90: “Point Break”. Al cumplirse los 10 años de su estreno, la compañía Alcon ha decidido relanzar una remake en donde Kurt Wimmer será guionista del proyecto. El director todavía no fue confirmado. Pero, atención, que ya se ha confirmado el lanzamiento de una saga de videojuegos basados en el film. Todo un negocio!
