Cuando una persona que ama el cine de Hollywood se enoja con los críticos que hablan mal de las películas comerciales, cuando se cree que las críticas a la industria cinematográfica de EE.UU son demasiado exigentes o un poco exageradas, cuando se intenta desmentir las visiones que buscan un cine arte y que deshechan la posibilidad de un arte hollywoodense, es entonces cuando hay que recordar un hecho básico, pequeño, pero extremadamente elocuente.
Esta elocuencia da la razón al crítico del cine comercial de Hollywood de una manera tan evidente que luego de esto ya no habrá nadie que mire con ojos ingenuos a este tipo de producción cinematográfica.
Nos referimos a la práctica usual en Hollywood de usar pseudonimos para no manchar el nombre propio en producciones que son de pésima calidad. Esto pasa desapercibido en la mayoría de los casos. Pero los invito a que presten atención a los créditos de los films puesto que el nombre de “Alan Smithee” aparecerá de manera sospechosamente recurrente.
Alan Smithee es el nombre que utilizan directores, actores, productores, editores, para no verse implicados en lo peor del cine Hollywoodense. Sintomático, ¿no creen?
