Es fantástico cómo un actor se puede reciclar a sí mismo y renacer de las cenizas de la muerte más terrible para poder volverse un actor sumamente reclamado por la crítica y por el público. Esto fue lo que le ha ocurrido a Mickey Rourke. Un actor que tuvo su momento de fama a fines de los 80 y `principios de los 90 y que, con la fama y el dinero, se perdió en los excesos.
Luego, cuando quizo volver Hollywood le dio la espalda. Es que Mickey se había transformado el rostros, con muchas cirugias plasticas. Más allá de este momento crítico en su trayectoria laboral, el actor pudo remontar algo que parecía irremontable.
De allí que hoy en día el actor pueda decir “si” y “no” a la catarata de propuestas que le llueven desde el cielo. Por ejemplo, en el rodaje por parte de Rodriguez de “Sin City 2″.
Como se sabe, el comic da para una secuela, pues hay muchos personajes que todavía no han sido adaptados, sin embargo, a la propuesta de que Rourke protagonice esta secuela, el actor se ha negado, pues según ha informado a la prensa “no la ha pasado tan bien en el rodaje del film anterior”.
En fin, se hace la estrella. Y cuando esto ocurre, la productora tiene dos vias: o bien le ofrece más dinero para que acepte el papel o bien se lo deja en las nubes y se le pide a otro actor, menos conocido, que lo interprete.