Cuando los analistas contraponen “cine arte” a “cine comercial” caen en una dicotomía por lo pronto problemática. ¿Acaso existe algo así como un puro y pleno cine artístico y un puro y pleno cine basura? Evidentemente, como siempre ocurre con los procedimientos de oposición externa entre dos términos, aquí falta reflexión. Y lo mejor que se puede hacer para refutar estas dicotomías es presentar casos concretos que las contradigan: casos que oscilen entre un término y el otro, o mejor dicho: que participen de ambos al mismo tiempo.
Esta contradicción propia de los realizadores más interesantes la descubrimos en Luc Besson, el director francés. De su mirada y de su responsabilidad tenemos films gloriosos en la historia del cine. Ejemplos que no parecen adecuarse a ninguna de ambas categorías. Pensemos por ejemplo en “The Professional” (El perfecto asesino). ¿Qué es esta película? Nadie podría negar que ha tenido una difusión inaudita y una gran cantidad de espectadores han disfrutado de ella. Y al mismo tiempo nadie puede negar que es un film sumamente cuidado y con una gran potencialidad narrativa y una expresividad única.
En fin, Besson también ha rodado films netamente comerciales, como “El quinto elemento”. Pero el hecho de que haya realizado films como el mencionado en el párrafo anterior nos demuestra que el analista no puede reducir su capacidad expresiva a uno de los dos términos del problema.
Pues bien, en la actualidad Besson está preparando un proyecto que se inmiscuirá dentro del género de la ciencia ficción, un género menor si los hay dentro del campo del arte, pero sumamente productivo para el arte popular. Veremos cómo se desarrolla el mismo en el futuro.
