Posted by Carlos on diciembre 12, 2011 ·
Cuando un director de cine logra su meta máxima, a saber: la consagración mundial y el respeto por parte de sus colegas, entonces puede tomarse libertades. Por ejemplo, puede renunciar en el medio de un rodaje a un proyecto que en un principio le había entusiasmado, pero que sin embargo -por diversos motivos- ya no le motiva más. Pero también, y aquí descansa el núcleo del capricho que convalidamos [...]